La buena reserva de agua, aunque en algunos casos excesiva, mantiene a los cultivos de la región en muy buenas condiciones. La soja está bajo la lupa entre bolillera y malezas para evitar que se desate el dolor de cabeza de la campaña pasada. El maíz de primera transita el periodo crítico bajo condiciones ecofisiológicas óptimas. Finalizando la cosecha de trigo, el rinde promedio se estabiliza en 34 qq/ha con baja calidad de grano.
Diciembre 2014 está siendo celebrado por su benéfico paso. Con temperaturas frescas y lluvias moderadas, los cultivos de la zona núcleo presentan muy buenas condiciones, sin experimentar las temidas limitantes hídricas que terminan condicionando los rindes. Sólo en algunas zonas puntuales las precipitaciones colmaron las reservas y hay lagunas en campos planos y anegamientos en los bajos. Las zonas afectadas comprenden un 5% del área cultivada con soja. Algunos de estos cuadros debieron ser resembrados por pérdidas de planchado, asfixia y damping off (complejo fúngico de suelo). El cultivo de soja de primera se califica en un 47% como muy bueno y en un 37% en excelente condición. Con escasos lotes emergiendo y pocos cuadros en plena floración, el estadío fenológico se concentra en períodos vegetativos (60%) e inicios de floración (33%). Se están realizando los controles con herbicidas post-emergentes para malezas, principalmente para gramíneas. En muchos casos se incluye en la mezcla insecticidas para el control de bolillera cuya población comienza a crecer paulatinamente. Bolillera y rama negra, principales enemigas de la oleaginosa, a diferencia de la campaña pasada, esta vez se encuentran más controladas pero mantienen en alerta los monitoreos. También se observan otros insectos de menor relevancia como Megascelis, Loxostege y en menor proporción medidora y cortadora. Las enfermedades también van marcando su paso, pero por el momento sin necesidad de control. La excesiva humedad y las lluvias ayudan a la propagación de mancha ojo de rana en variedades susceptibles y Septoria (mancha marrón). Además, los vientos fuertes causaron daños en los tejidos foliares y favorecieron la aparición de bacteriosis.
Se sembró el 85% de la soja de segunda. Las labores fueron intermitentes por las lluvias y la excesiva humedad de suelo. Hay buenas emergencias pero también hubo necesidad de resiembra por anegamiento en relieves bajos o en lotes con la napa cerca de la superficie. La excepción es la zona de Villegas donde las lluvias no fueron tan abundantes como se necesitan para mantener óptimas las condiciones de humedad.
A diferencia de la campaña pasada, el maíz de primera es el cultivo con más elogios de la región. El 80% de los lotes recibe muy buenas a excelentes calificaciones. El cereal transita el periodo crítico bajo condiciones excepcionales de humedad. Las expectativas de rindes superan los 105 qq/ha en promedio. En general estiman hasta 10 qq/ha por encima del promedio zonal. Hubo pocos casos que requirieron controles por roya. La única observación es que la altura del cultivo es menor que en otros años.
El avance de siembra de maíces de diciembre alcanzó el 58% del área intencionada. Es óptima la humedad y hay buenas emergencias pero se sembraron menos lotes. El maíz tardío no tendrá el protagonismo que tuvo en la campaña anterior.
El trigo se estabiliza en 34 qq/ha, sin cambios respecto a la semana anterior. La calidad de grano no ha sido buena este año. Resta cosechar un 5% de la superficie de la región núcleo. Estos lotes están en el noroeste bonaerense y presentan los mejores resultados.
Fuente: GEA BCR