Lucía Ballario nos comparte una historia de valentía, reinvención y trabajo duro. Lo que comenzó como un giro inesperado en su vida profesional, la llevó a emprender un exitoso negocio en Madrid, que hoy celebra su primer aniversario. Su relato es inspirador y refleja cómo, a veces, las decisiones que tomamos sin saber hacia dónde nos llevarán, terminan siendo las más transformadoras.
Un cambio de rumbo: de contadora a cocinera
Lucía comenzó su camino universitario en Rosario, Argentina, estudiando para ser contadora pública. Sin embargo, después de cuatro años, se dio cuenta de que ese no era el futuro que deseaba. Fue entonces cuando decidió tomar una de las decisiones más importantes de su vida: cambiar de carrera.
La cocina, una pasión que siempre había estado presente en su familia, fue el nuevo rumbo. Desde pequeña, había visto a su abuela y a su madre, a la Kelo, preparar deliciosos platos, y esos recuerdos familiares fueron clave para su elección. Decidió estudiar cocina y pastelería, lo que le permitió adentrarse de lleno en el mundo de los sabores y las texturas.
Un viaje a Europa: la oportunidad de emigrar
Lucía nunca imaginó que su carrera en la cocina la llevaría tan lejos. Un encuentro casual con Max, un joven de intercambio que le mencionó que sus padres tenían un restaurante en Alemania, encendió en ella la chispa de la aventura. Un comentario en tono de broma sobre trabajar allí se transformó en una oportunidad real: Max habló con sus padres, y poco tiempo después, Lucía estaba trabajando en un hotel en Alemania.
Esta experiencia en Europa no solo fortaleció sus habilidades culinarias, sino que también le permitió vislumbrar la posibilidad de emigrar. Más tarde, se trasladó a Madrid para visitar a su amiga Luli Listelo, otra cocinera de Marcos Juárez, y fue allí cuando, sin pensarlo mucho, comenzó a considerar la idea de quedarse en Europa.
La decisión de emprender
Aunque la idea de emigrar rondaba en su mente, Lucía regresó a Argentina. Sin embargo, el destino tenía otros planes para ella. Su hermana, Juli, consiguió la ciudadanía italiana y, finalmente, su padre también la obtuvo. Con un empujón de su mamá, Lucía decidió tramitar sus papeles y, en tres meses, obtuvo su ciudadanía italiana.
A pesar de tener un exitoso emprendimiento de repostería en Argentina, la idea de mudarse a Madrid comenzó a tomar forma. Un mensaje de Luli, quien le sugirió que aprovechara su nueva ciudadanía para ir a Madrid a trabajar, terminó por convencerla. Sin un plan claro, pero con mucha determinación, Lucía compró su pasaje y se embarcó en una nueva aventura.
Los primeros pasos en Madrid: trabajo y aprendizaje
Al llegar a Madrid, Lucía se enfrentó a la burocracia, pero también a nuevas oportunidades. En su primer trabajo, encontró un restaurante vegano manejado por argentinos, en el que comenzó a trabajar como ayudante de pastelería. Allí, además de perfeccionar sus habilidades, encontró un grupo humano increíble y comenzó a forjar nuevas amistades.
Una de esas amistades fue Sofi, quien más tarde se convertiría en su socia. Juntas comenzaron a imaginar lo que sería su propio proyecto. A pesar de las dudas y temores iniciales, el apoyo mutuo y la confianza fueron fundamentales para dar el siguiente paso.
Trama: el sueño hecho realidad
Lucía y Sofi pasaron varios meses planeando lo que sería su emprendimiento: una pastelería que llevaría sus nombres. Se reunían semanalmente para darle forma a la idea, pero cuando se dio la oportunidad de adquirir un local en Madrid, no dudaron en tomarla.
Tras algunos meses de trabajo y reformas, el 1 de octubre de 2023 abrieron las puertas de «Trama». Desde el primer día, el negocio fue un éxito rotundo. Las medialunas y los alfajores fueron los productos más demandados, pero también las tortas y otros productos argentinos hicieron que la clientela argentina y española se sintiera como en casa.
Un primer año exitoso
Aunque el primer año fue desafiante —con jornadas de trabajo de lunes a lunes y pocas horas de descanso—, Lucía y Sofi lograron superar los obstáculos y establecer una clientela fija. El esfuerzo constante y la dedicación al producto fueron clave para ganar la confianza del público.
Hoy en día, «Trama» no solo es un negocio que refleja el esfuerzo y la pasión de dos emprendedoras, sino también un ejemplo de cómo seguir tus sueños, incluso cuando el camino parece incierto. Después de un año de trabajo duro, Lucía y Sofi están felices con el resultado y emocionadas por lo que viene.
Un futuro prometedor
Lucía Ballario, quien alguna vez pensó que su destino estaba en la contabilidad, hoy celebra el éxito de su pastelería en Madrid. Su historia es un testimonio de cómo las decisiones valientes y los cambios de rumbo pueden abrir puertas a nuevas oportunidades, incluso cuando todo parece incierto.
En su nuevo capítulo, Lucía no solo ha logrado construir un negocio desde cero, sino también un espacio donde la tradición, la pasión por la cocina y la creatividad se encuentran. «Trama» es, sin duda, un reflejo de su perseverancia y amor por la cocina, y un recordatorio de que nunca es tarde para reinventarse y seguir los sueños, sin importar el lugar donde estés.
GuíaMedia sigue de cerca historias como la de Lucía, que inspiran a quienes, con esfuerzo y pasión, buscan hacer realidad sus proyectos. Si tú también tienes un sueño que deseas compartir, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!
