Julián Leite, MarcosJuarense y jugador número 1 de pádel en Argentina, compartió con nosotros su trayectoria, desafíos y metas en el mundo del deporte. Aquí te contamos cómo llegó a lo más alto y qué se viene para el futuro de este joven deportista.
De las raquetas del tenis al pádel
Julián comenzó su camino en el deporte desde muy pequeño, aunque en sus inicios se destacó más en el tenis. «Desde chico jugué al tenis a nivel nacional, pero siempre había algo en el pádel que me atraía, sobre todo durante los veranos«, comenta. Su padre, quien también jugaba ambos deportes, fue una gran influencia en su decisión de empezar a tomarse el pádel en serio.
Fue después de los 17 años cuando Julián hizo el cambio definitivo, dejando el tenis y dedicándose al pádel, aunque al principio de forma no profesional. «El click llegó antes de la pandemia. Ya jugaba algunos torneos profesionales, pero luego de la pandemia decidí enfocarme completamente en el pádel, entrenando y compitiendo más intensamente», relata. Este compromiso lo llevó a mudarse a Buenos Aires para seguir un régimen de entrenamiento más exigente y profesional.
El auge del pádel y su profesionalización
El pádel ha vivido un crecimiento notable en los últimos años. «Hoy todo el mundo juega al pádel, lo cual es genial porque nos permite contar con apoyo de marcas y sponsors», explica. Sin embargo, no todo ha sido fácil para Julián. A pesar de ser el mejor jugador de Argentina, admite que el apoyo local es limitado: «De Marcos Juárez, mi ciudad natal, solo tengo un sponsor, el gimnasio Balance, y les estoy eternamente agradecido. Pero me entristece un poco que el resto de mis patrocinadores vengan de afuera».
Los sacrificios detrás del éxito
Ser el número 1 de Argentina no ha sido un camino sencillo. Julián destaca los sacrificios que ha hecho, desde los largos viajes por todo el país hasta el constante entrenamiento. «Recorrer tantos kilómetros, ir a lugares como Mendoza, La Pampa o Neuquén, jugar un partido y luego volver, es agotador. Pero esos esfuerzos dieron sus frutos, y hoy puedo decir que soy el mejor de Argentina, algo con lo que sueña cualquier jugador», confiesa.
Mirando al futuro: retos internacionales
A pesar de su éxito en Argentina, Julián tiene la vista puesta en los torneos internacionales, aunque reconoce que la cuestión económica es un desafío. «He jugado algunos torneos en circuitos internacionales, pero es muy caro. No se trata solo del nivel de competencia, sino de los altos costos de viajar al extranjero», explica. Sin embargo, su objetivo es claro: terminar el año como número uno en Argentina y luego comenzar a competir más afuera en 2025.
Conclusión
Julián Leite es un claro ejemplo de dedicación y pasión por el deporte. Con un camino lleno de sacrificios, ha logrado convertirse en el número 1 de Argentina, pero su ambición no termina ahí. El próximo reto es conquistar los circuitos internacionales, un desafío que sin duda asumirá con la misma energía y determinación que lo llevaron a ser el mejor en su país.
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