Los bomberos voluntarios de Marcos Juárez han vivido jornadas intensas combatiendo el fuego en las sierras de Córdoba, enfrentando condiciones extremas y trabajando sin descanso para proteger hogares, animales y tierras. Los testimonios de Marcos Baldovino y Mauricio Arias Gómez, nos dan una idea del arduo trabajo y la colaboración que se dio durante esos días.
El primer llamado a la acción
Marcos Baldovino recuerda que el primer aviso llegó un viernes, y al día siguiente, el sábado por la mañana, ya estaban en camino hacia su destino: La Granja en las sierras. Junto a otros tres compañeros y miembros de la región, partieron rumbo a la zona del Cerro Las Gemelas, justo detrás del famoso Cerro Uritorco. El viaje hasta el lugar les llevó unas dos horas, y al llegar, recibieron instrucciones para comenzar a combatir el fuego de inmediato.
Este video es de uno de nuestros bomberos de Marcos Juárez en pleno infierno de la llamas de las sierras. pic.twitter.com/Z4oykl96RC
— 𝐄𝐝𝐮𝐚𝐫𝐝𝐨 𝐎𝐲𝐨𝐥𝐚 🧑💻 (@EduardoOyolaOk) September 25, 2024
Una tarea desafiante
Las condiciones en la montaña eran extremas. Marcos describe cómo el viento complicaba aún más el trabajo, ya que las llamas avanzaban rápidamente. Durante todo el sábado, los bomberos estuvieron protegiendo casas ubicadas en la montaña, donde los residentes también tenían ganado y otros animales que resguardar. El trabajo no se detuvo hasta las 2 de la madrugada, cuando finalmente pudieron descansar unas horas.
Domingo de lucha intensa
El domingo regresaron a la misma zona, esta vez protegiendo otra estancia. Las llamas seguían avanzando, y el trabajo fue agotador durante todo el día. Finalmente, tras 48 horas, pudieron regresar, pero el descanso fue breve. Recibieron un nuevo llamado para dirigirse hacia Capilla del Monte, donde dos de los bomberos se sumaron a un equipo en Villa María para seguir combatiendo el fuego desde el lunes por la mañana.
El testimonio de Mauricio Arias Gómez
Mauricio Arias Gómez, otro de los bomberos de Marcos Juárez, también compartió su experiencia. «Salimos el domingo alrededor de las 18 horas, en alerta roja, con la unidad liviana de Marcos Juárez», relata. El destino era La Cumbre, donde se encontrarían con otros bomberos. Después de un largo viaje, llegaron cerca de la medianoche y se presentaron en el centro de operaciones, donde descansaron para estar listos al amanecer.
A las 7 de la mañana del lunes, comenzaron su labor en la zona de San Ignacio. «Fue una jornada muy complicada debido al viento y los reinicios del fuego», menciona Mauricio. Tanto la unidad liviana como la pesada trabajaron intensamente durante todo el día. Cuando la noche cayó, se les ordenó bajar de la montaña debido a los riesgos, ya que no conocían bien el terreno.
Una nueva emergencia: interfase en Capilla del Monte
Sin embargo, apenas llegaron al centro de operaciones, surgió una nueva urgencia: el fuego estaba avanzando hacia las casas en Capilla del Monte, lo que ellos llaman «interfase». Sin tiempo para descansar, salieron nuevamente, esta vez hacia la zona del perilago, un área con montañas empinadas que dificultaba mucho el acceso al fuego.
«La situación fue realmente complicada, el fuego era intenso y el terreno casi inaccesible», señala Mauricio. A pesar de las dificultades, lograron encontrar un camino para subir con la unidad pesada y trabajar desde allí. Gracias a sus esfuerzos, lograron reducir significativamente las llamas. Terminaron ese trabajo cerca de las 6 de la mañana del martes, tras haber trabajado prácticamente sin parar desde las 7 de la mañana del lunes.
El recambio necesario
El martes, después de unas pocas horas de descanso, regresaron al centro de operaciones. Ahí, la unidad liviana recibió el aviso de que debían regresar a Marcos Juárez para un recambio, mientras que la unidad pesada continuó trabajando en otra zona. «Fue un trabajo agotador, pero la satisfacción de poder ayudar es lo que nos impulsa a seguir», concluye Mauricio.
La importancia del trabajo en equipo
Los testimonios de Marcos Baldovino y Mauricio Arias Gómez reflejan no solo el enorme esfuerzo físico y mental que implica combatir incendios, sino también la importancia de la coordinación entre las distintas unidades de bomberos. En situaciones como estas, donde el viento y el terreno dificultan el control del fuego, la colaboración entre cuarteles es fundamental para proteger tanto a las personas como al medio ambiente.
Estos bomberos han demostrado una vez más su compromiso y valentía, poniendo en riesgo sus propias vidas para salvar a otros y proteger el entorno natural que tantas veces ha sido amenazado por los incendios en la provincia de Córdoba.